De la pluma griega a la moderna, los poemas épicos reflejan las pasiones de cada época. Aunque, curiosamente, no importa si se trata de Homero o Ezra Pound, pues la historia parece refrendar un precepto irrenunciable: las virtudes que aventajan al cuerpo fornido se compensan con las debilidades de una mente llena de deseos. Sucumbir ante la búsqueda del placer es quizá el más fatal de todos los deslices.
Por: Rafael Arce y De la Borbolla 1
CANTO I
110
“Un aviso a los marinos
Al llegar a la pradera
donde viven las sirenas
pongan cera en sus oídos”
120
Las keres hollando pasan
la Feérica pradera
cobrándose de las almas
de los muertos en la guerra
121
El viento en Weimar soplaba.
La repubublica surgía
de un imperio que sangraba
Y un suave canto se oía:
130
“Venid gentiles soldados
la guerra se ha acabado
traed su cuerpo cansado
que merece ser amado”
180
Llegaron de toda Europa
Esas criaturas hermosas
Que con el muy dulce canto
Sedujeron al soldado
181
Sirenas las bautizaron
por servir con melodías
a la diosa del encanto
La más pérfida Afrodita
190
Al rendirse en la gran guerra
y queriendo olvidar penas
Abrieron todas sus puertas
para que entren las sirenas
195
Las encantadoras Lamias
Aprovechando los llantos
hicieron con Alemania
Un proscenio de sus actos
CANTO II
210
Quien escucha el dulce hechizo
inscrito en la melodía
de volver a ver se olvida
a su esposa y a sus hijos
220
Los ingenuos Alemanes
Sin ganar su Salamina
Adoraron a Afrodita
A quien persigue siempre Ares
221
Los discípulos de Hedoné
Iban con extraños a yacer
En prestigiosos cabare
En esa ciudad de oropel
230
“Venid gallardos marinos
oíd la suave voz de lirio
disfruten nuestras beldades
y placeres de la carne”
240
Butes de la barca saltó
Fascinado en el ánimo
por aquella armoniosa voz
Hundiéndose en el abismo
241
En Lemnos la diosa Areia
Provocaba inapetencia
de los hombres a sus damas
pero no hacia las esclavas
242
Jasón y los Argonautas
con Orfeo Navegaban
Que con su lira marcaba
el ritmo a los que remaban
243
Jasón buscaba el tesoro
del gran vellocino de oro
más uno mejor se encuentra
en el amor de Medea
250
Un muchacho de Corinto
cuyo nombre era Menipo
a una extranjera conoció
que a las nupcias lo encaminó
260
A Penélope tentaban
los nefastos pretendientes
No era amor lo que buscaban
Sólo bienes relucientes
265
Odiseo navegaba
donde las sirenas cantan
mas la hechicera le advirtió
Y a sus marinos protegió
270
Hubo una vez un marino
hasta hoy desconocido
En Troya había vencido
a quien llamaban Eudikos
280
Muchos heroes navegaban
Por la Weimar malograda
Sin saber que las empusas
atacaban su cultura
290
Las sirenas y su encanto
con sonora melodía
convertían la alegría
en amarguísimo llanto
CANTO III
310
“No escuchen la voz de lirio
de las criaturas ardientes
en sus bocas guardan dientes
cual afilados cuchillos”
320
Ilión abría sus puertas
sellando así su condena
más no cayó por la treta
sino por la hermosa Elena
321
En Weimar sin darse cuenta
comenzaba la tormenta
De abrazar la fantasía
de entregarse a la lascivia
330
“Oíd la meliflua canción
venid al lupanar Weimar
para Afrodita idolatrar
en largas noches de pasión”
331
“Los Peces jamás escuchan
Nuestra suave voz de lirio
Pues a esos seres malditos
el piélago los escuda”
340
Las Lemnias se vengaron
Y a los varones mataron
sus esposos ni sus hijos
se libraron del castigo
341
Medea quedó prendada
por Jasón el argonauta
Dando ayuda generosa
Si la toma como esposa
345
El casto y virtuoso Orfeo
con su lira y con su canción
Ahogó la meliflua voz
de las bestias del deseo
346
“Oigan buenos Argonautas
Hoy nuestra lucha comienza
contra aquellas suripantas
Que nos llenan de vergüenza
347
Así, el hijo de Eagro
impedía con su canción
la sagrada prostitución
que ofrecían los endriagos
350
Invitado fue Apolonio
a las nupcias por el novio
y advirtiole en el banquete
“te acaricia una serpiente”
351
Ya la Lamia confesaba
al su forma revelarse
“con placeres lo cebaba
para devorar su carne”
360
La esposa fiel y prudente
tejía un sudario al día
que de noche deshacía
Burlando a los pretendientes
365
Esas mujeres hermosas
le cantaron a Odiseo
Quien sintió el atroz deseo
de olvidarse de su esposa
366
“Ea, divinal Odiseo
deja seducir tu cuerpo
acercad el negro bajel
para llenaros de placer”
367
Mas a un mástil amarrose
y encantado por su amada
Esquivó las amenazas
Y a Penélope volviose
370
Eudikos también navegó
Y a las sirenas se acercó
pero esquivó la amenaza
del encuentro con la parca
380
Esas doncellas ardientes
sacerdotisas del placer
Son en una parte Mujer
y en otra parte serpiente
381
Vienen a Beber y a Bailar
Y a disfrutar de fornicar
Y a humanos sacrificar
En la Alemania de Weimar
390
La república de Weimar
capital de la lujuria
se comenzaba a transformar
en la nueva Babilonia
CANTO IV
410
De sus labios brotan cantos
con la dulzura de la mie
pero todo es un engaño
para así arrancarte la piel
411
Escuchen a aquel que dijo
“Mas conviene a los marinos
Arrancarse los oídos
Que morir en el camino”
420
La república se hundía
Según por gracia divina
Negando que su cultura
les daba la sepultura
430
“Gozasteis de los encantos
Del desenfrenos sin amor
Moriréis con nuestras manos
Arrancando su corazón”
441
Jasón el insatisfecho
A Medea Abandonaba
Mancillando el Sacro lecho
de la mujer que lo amaba
450
Las empusas en Corinto
se comieron a Menipo
cambiando la marcha nupcial
por triste requiem funeral
455
Como ovejas encantadas
al sonar de la zampoña
El Orfeo emponzoña
a los pobres argonautas
460
La reina de glaucos ojos
espera firme en vigilia
con su lámpara encendida
el retorno de su esposo
465
¡Oh! divinal Odiseo
con el corazón fuiste infiel
Al escuchar con deseo
Aquel canto como la miel
470
Lograba esquivar Eudikos
a todos los que cantaban
arrancando sus oídos
Con el temple de su espada
480
Los germanos derrotados
fueron todos engañados
Pues el placer y la guerra
van juntos en sinalefa
490
El canto órfico tornose
en monotonas salmodias
cargadas de ideología.
Y cayó la triste noche
491
La feérica pradera
con criaturas zalameras
lentamente retornaba
a ser campo de batalla
CANTO V
510
“Escapad de la lujuria
que a su propio cuerpo injuria
No sea que al igual que a Prusia
se lo devoren las furias”
512
La escritura esta en la pared
para que todos la vean
vivir sólo para el placer
conlleva a muerte violenta
520
No fue Dios el del castigo
A Sodoma ni Gomorra
la perversión fue la autora
de su terrible destino
521
Las señales eran claras
la advertencia estaba dada
La república caía
con disonante armonía
522
La pradera ya vencida
no entona cantos de vida
solo el eco de la guerra
resuena en la negra tierra
545
Mas de Orfeo hay que cuidarse
Si las sirenas malditas
encantan con sus mentiras,
él engaña con verdades
546
Mientras Orfeo ascendía
por cruel Ares dirigido
la república se hundía
tras la noche de cuchillos
560
Penélope le cantaba
A su anhelado marido
una canción entonada
con la suave voz de un mirlo
561
“Alma de mi dulce canción
Mi tan ansiado consorte
Dueño eres de mi corazón
Gran amor de mis amores”
565
Odiseo se alejaba
Ante el canto de la amada
A las sirenas añorando
y al veneno de su canto
570
Su fiel mujer le cantaba
con su voz desafinada
Y aunque Eudikos no escuchaba
Con amor la contemplaba
571
Sin oídos para el canto
mas corazón para el amor
La dulce voz de la amada
Es siempre la mejor canción
- Geómetra y coleccionista mexicano. ↩︎
Nota: la fotografía de la portada fue obtenida del sitio web de Pexels y los créditos autorales corresponden a Michał Robak [@michalrobak].